martes, 22 de abril de 2014

the Beloved Gun - Capítulo 6: Debilidad

--------------------------------------------- YUUTA POV --------------------------.---------------------

- Yo no sabía… Nozomu es sorprendente, aunque… en lo que respecta a mi padre, no parece ser la misma persona que yo conozco – Era agradable poder averiguar más acerca de estas personas que hace poco eran un total misterio para mí, pero parece que podré tener la oportunidad de conocerlos más a fondo.

- Supongo… su fuerza no está mal, pero no es para tanto – A pesar de sus palabras parece que Kuromu también lo estima mucho – Siempre que recuerdo esa historia me hace pensar que Nozomu no es tan malo pero… eso no cambia el hecho de que es un total peligro y que no se puede confiar en él.

-  Pero… a pesar de su actitud tan arrogante y pesimista, parece ser buena persona  - Por lo que puedo percibir, aunque Kuromu estime mucho a Nozomu, lo ve como un rival, y Nozomu parece verlo a él de la misma manera.

- No te acerques mucho a él.

-  Tú no eres nadie para decirme que hacer – Creo que soné un poco cruel e indiferente con él, pero en el momento en el que menciono aquellas palabras una rabia había emergido dentro de mí, el chico que había conocido, tal vez era vanidoso y sarcástico, pero cada vez que estaba más cerca de él podía encontrarme con otra parte que no era de mi agrado, ciertamente fue mi culpa hacerme otra imagen de cómo era, para ahora terminar decepcionándome de lo que veía, a parte, no me gustaba que tratara de manipularme. Parecía que se sorprendió mucho ante mi forma de contestarle.

- Yuuta, que insolente eres ¿sabes?, deberías de aprender a respetar a quienes están por encima de ti, ¡A parte con la poca fuerza que tienes no creo que puedas hacer algo para respaldar tus palabras!, ¡mira bien la situación en la que te encuentras! – Kuromu había perdido el control, y sus palabras dolían profundamente haciendo que recordara que estaba en un lugar desconocido, con personas desconocidas, que no podía confiar en nadie, y a donde me llevarían se encontraba la persona que me humillo y maltrato tiempo atrás. Quede paralizado ante ello, ante recordar todo eso, y parecía que yo me sumergía en mis pensamientos, ignoraba todo lo que se encontraba a mi alrededor. Kuromu seguía gritando a quejándose acerca de todo, ni siquiera escuchaba lo que decía, ¿por qué tendría que importarme lo de él dijera?, cierto… esto no tiene nada que ver conmigo… Seguía profundamente inundado por mis pensamientos, cuando vi que Kuromu parecía que comenzaba a sentirse mal, estando ambos sentados en la cama de la cual esta noche sería mi habitación, se acurruco en mis piernas, como si no importara nada de lo que había dicho anteriormente, aunque sé que yo tampoco debí haber sido tan grosero… Toqué su frente, y parecía que estaba ardiendo en temperatura, eso hizo que me preocupara bastante, ¿cómo podía haber cambiado tan drásticamente en cuestión de segundos?

- Kuromu… ¿qué te pasa…?

- Lo siento… no puedo evitar esto, últimamente está pasando pero en un rato cesara, no te preocupes – No comprendía nada de lo que decía, Kuromu realmente es un total misterio…

-  Pero… ¿estás seguro de que te encontrarás mejor? – En el estado en el que se veía no me convencía de que se iba a recuperar rápidamente.

- Eso espero, después de todo es algo que no depende de mí, sino de Minami… - ¿De Minami?, Creo que se dio cuenta de que no había entendido nada de lo que dijo, su expresión lo decía todo. – Yuuta… lo siento, sé que es difícil soportar mi temperamento, y está bien y es normal que te enojes por ello pero, ¿puedo pedirte una cosa?

- ¿Qué cosa…? – El aspecto de Kuromu parecía que había cambiado por completo, que siempre se mostraba vanidoso y arrogante ahora lucía más frágil que una pluma… no sabía que pasaba por su mente y me inquietaba su drástico cambio de humor. – Podrías… ¿quedarte conmigo esta noche?

- ¿Qué…? ¿por qué dices eso…? – Me miro extrañamente como si no comprendiera lo que estaba diciendo.

- ¿Acaso no te gusto…? – Cuando mencionó eso no pude evitar el sentir un leve calor en mis mejillas, una de las cosas que no me agradaban de mi mismo era que no podía evitar sonrojarme, eso siempre me delataba. – Creo que tu rostro lo dice todo, dime Yuuta… ¿qué te gusta de mi? – Hablaba de algo que para mí era tan vergonzoso de una forma tan tranquila y normal, como si no tuviera importancia.

- Yo… - No podía decirle… a pesar de que se encontrara de esa forma, cuando se recuperara podría ser algo que pusiera en mi contra, viendo como es, sé que no puedo confiar en el…

- Lo siento… es solo que no quiero quedarme solo… disculpa si es molesto para ti – Comenzó a acercarse demasiado a mí. Estando ambos recostados ya en la cama, Kuromu se había posado sobre mi y, acurrucada su cabeza en sobre mi hombro, como escondiéndose de algo, quedamos en silencio durante lo que parecieron horas para mí.  – Minami… ¿por qué…? ¿por qué me dañas de esta manera…? – Escuchaba las palabras de Kuromu que parecían desvanecerse en un susurro, no podía comprenderlo, y él lo sabía perfectamente pero, creo que se conformaba con el hecho de que estuviera ahí para él… - ¿Sabes? Lo único que quiero… es lo mismo que Nozomu… solo quisiera ser feliz. – Estás se habían convertido en las últimas palabras que dijo antes de quedarse profundamente dormido, y estuvo en la misma posición durante toda la noche. Todo había pasado tan extraño, y tenía tantas dudas sobre ello pero era algo que prefería no preguntar, ya no quería molestar más de lo que ya había hecho.


Cuando desperté de lo que había sido una larga noche, Kuromu ya no se encontraba conmigo, siempre es lo mismo, nunca me entero de nada y termina dejándome solo al final. Salí de mi habitación para luego después de abrir la puerta, encontrarme con el aterrador hombre que nos trajo.

- Bue… ¡buenos días! – Solo me miraba fría e indiferentemente, este hombre era tan extraño… bueno, no distinto de los demás, pensé.

- Deberías de medir el tiempo que duermes, en unos minutos más nos iremos, así que prepárate – Era consciente de que tenía el sueño muy pesado, pero cuando vi la hora comprendí el por qué de las palabras de aquél hombre.

- Disculpe las molestias, en unos momentos me alistaré. – Aunque su actitud parece ser muy amenazadora, sigo sin entender porqué los demás le temen tanto.

- Te esperaremos afuera.

Cuando salí, me encontré con los demás algo frustrados por la tardanza que tuve, y yo que trataba de no ser una molestia… Minami se encontraba muy seria y por algo que había dicho Nozomu, parecía que se había peleado con Kuromu, y este último se encontraba del humor con el que siempre esta, parecía que nada había pasado ayer y cuando me vio, se quedo mirándome por un largo e incomodo tiempo en el que no sabía qué hacer, siempre que las personas me miraban yo volteaba la mirada rápidamente y claramente no de una forma discreta, pero era algo a lo que no sabía cómo responder, siempre ha sido algo difícil para mí…

-  Gracias por lo de ayer. – A pesar de parecer verse como siempre, creo que podía notar algo de vergüenza en Kuromu, y aunque sigo sin entender lo que paso ayer, no fue algo molesto para mí… después de todo, pude estar cerca de él…

Solo asentí ante sus palabras para después comenzar a acomodar mis cosas en el auto y seguir con nuestro camino al lugar que cada instante más hacía que todo dentro de mí se carcomiera de la curiosidad. 

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