lunes, 21 de abril de 2014

the Beloved Gun - Capítulo 5: El maestro del Engaño

----------------------------------------------------- NOZOMU POV ------------------------------------------------------

Como un árbol de cerezo desnudo por la llegada del invierno, había quedado mi alma conmovida por la presencia de un frágil chico que me había recordado lo que era vivir.

Hace cinco años me habían traído un nuevo alumno en la Neo Flammam Divinium, una organización en la que trabajo siendo maestro y guardaespaldas de gente poderosa con grandes cantidades de dinero, yo me encargaba de hacer que nuevos ingresados tuvieran la capacidad de poder lograr obtener las habilidades y fuerzas necesarias para poder hacer su trabajo como es debido, y luego viene mi toque favorito y lo que me distingue de los demás maestros, el arte del engaño.

El chico que me habían asignado provenía como la mayoría, de una familia adinerada, siempre tuvo un aspecto hermoso y apacible, con unos ojos color azul profundo y su rubio y abundante cabello, no solo su aspecto era perfecto sino también su forma de ser, aprendía fácil y rápidamente y siempre trataba de dar su mayor esfuerzo en todo lo que hacía, nos llevábamos muy bien porque era divertido siempre practicar juntos, y a pesar de su corta edad, como alrededor de 10 años, era muy educado y maduro.

Le había enseñado a ese niño todo lo que sabía… le había mostrado todo mi ser, había confiado plenamente en él, hasta que… cuando llego el momento de terminar su entrenamiento y ya podía ejercer este trabajo como otros, cuando ya era muy fuerte… lo conocí, lo conocí de verdad, se había burlado de mí, y vi en él la enorme sed de poder, ese niño amaba con gran pasión la destrucción, me había mostrado que todo era un engaño, que todos los momentos que pasamos juntos fue por su sed al poder, por querer ser mejor que yo, por superarme, tuvo todo el descaro de decírmelo, y después de eso, se fue.

Todos se habían enterado, y hablaban y hablaban diciendo “el se hacía llamar el maestro del engaño pero… fue a él a quien habían engañado”, era tan difícil cargar con ello, mi orgullo no me permitía eso, nunca antes me habían lastimado de esa manera, y no volverían a hacerlo, pensé.

Apenas había pasado un mes cuando, yo había desaparecido de la NFD y lo había hecho con razones de ser más fuerte, de aprender más, ya no me permitiría un fallo más, ni una trampa en la cual caer, no podría volver a soportarlo.

Desde hace mucho tiempo siempre hubo otra organización en contra de la nuestra, era un gran rival con un insistente deseo de aplastarnos, y antes de partir de aquél lugar había escuchado que ambas organizaciones estaban detrás de un extraño objeto con un gran poder, nunca llegué a escuchar para que servía, pero todos querían apoderarse de aquél valioso objeto, tal vez si lo conseguía, podría borrar un poco la vergüenza se haber sido humillado de aquella manera, por lo que decidí buscarlo por mi cuenta.

Busqué en muchos lugares, y gracias a que era… un maestro del engaño… me valí de mis conocimientos para sacar información a quienes iban detrás de aquél objeto, todas las personas para las que había trabajado pensaban que era demasiado blando, distraído, tranquilo y muy risueño, pero era todo lo contrario, después de todo uno nunca sabe que hay detrás de quien menos te esperas puede haber una mente criminal. Desgraciadamente no sirvió de nada, nadie tenía el paradero de aquél objeto y no se sabía mucho sobre él, pero… no paso mucho tiempo cuando ya tenía su localización.

No tenía idea de cómo había podido lograrlo, meses antes de encontrar su ubicación, durante noches mi mente no descansaba mostrándome sueños, visiones e imágenes acerca de aquél misterioso artefacto… creía que me estaba volviendo loco, pero todo encajaba, así que… apenas acomodadas todas las piezas del rompecabezas, me encontraba frente a lo que era una piedra, que dentro de sí parecía encontrarse concentrada grandes fuerzas de energía, que radiaban toda clase de maravillosos colores, su sola presencia te hipnotizaba por completo, y desataba dentro de mi miles de deseos y emociones ya perdidos anteriormente, cuando me acerque a ella estuve apreciándola un par de segundos y, apenas la toque, cuando caí en un profundo trance. Todavía recuerdo perfectamente cada detalle de aquél momento… parecía que la piedra tenía vida propia, y había cobrado una forma humana para decirme:

-       “Felicidades, deberías de estar complacido porque te he elegido a ti, creo que hubiera sido más inteligente de tu parte averiguar que era, pero gracias a tu ignorancia, he sido liberado, era muy desagradable estar dentro de esa roca, ¿sabes? Pero ahora ya no será así… te dejare un regalo, espero y te guste, este será… - Estas últimas palabras, son lo que menos olvido, y desde ese momento… el tiempo se detuvo para mí. Es tan extraño, a pesar del cambio de tiempo, ver cómo pasa cada estación y las personas a tu alrededor cambian por el paso de los años… tú sigues, simplemente igual. Cuando desperté de aquél trance ya no quedaba nada…

Pasaron lo que fueron años… años que para mí parecían eternos, en los que solo me dedique a entrenar, tanto física como mentalmente, hasta que llegó el momento de regresar. Nuestro jefe se llamaba Kazuma, faltaba poco para que alguien más tomara su lugar, y cuando regresé tuve la suerte de que todavía siguiera manejando la organización, tanto el cómo quienes me conocían estaban sorprendidos, y se preguntaban “¿Cómo es que sigue igual? Aún después de 7 años”, pero había regresado totalmente diferente a como era antes, si antes no sonreía, ahora mucho menos. No sabía de qué manera contarle a Kazuma lo que había sucedido, y cuando lo hice, el quedo sorprendido en gran manera pero… perdono lo que había hecho, y me recibió con los brazos totalmente abiertos de nuevo de la organización.

A pesar de que todos a mi alrededor siempre mostraban complacencia y felicidad con lo que hacían, yo no… no olvidaría lo que paso con aquél chico, ya nada parecía hacerme feliz… y trataba de llenar el vacío haciéndome más fuerte y compitiendo contra todos, no importaba quien fuera, había reemplazado la felicidad por el poder… Y lo peor era que antes detestaba eso, cuando las personas olvidaban lo que era realmente importante, pero ahora mi interrogante era… ¿Qué es lo realmente importante? Era muy duro, solo podía sentir tristeza y una sensación de malestar dentro de mí, que nunca me abandonaba, y no sabía qué hacer con respecto a eso, así que solo prefería ignorar mis sentimientos y seguir adelante.

Claro que no olvide para nada lo que había sucedido con Matteo, el chico que me había engañado, así que busqué la mejor ocasión para tomar mi dulce venganza en contra de él, y para mi gusto, salió a la perfección, le demostré que yo siempre sería más fuerte que él, y quedo totalmente humillado ante lo que era, el nuevo Nozomu. Desgraciadamente hizo como si no le importara, aunque yo sabía que dentro de él tenía unas inmensas ganas de destrozarme, y lo que paso, no cambio el hecho de que trabajaba en la misma compañía que yo, así que de vez en cuando tenía la desdicha de encontrarme con él.

Y siguieron pasando los años, seguía cada vez más esforzándome en ser más fuerte, y lo había logrado, aunque no era suficiente para mí, todavía deseaba más poder. En estos tiempos fue cambiado nuestro jefe, a un hombre llamado Ryouta, nadie creía que el sería el nuevo en el poder… ya que normalmente la mayoría de quienes entran tienen alguna fuerza superior o gran inteligencia, astucia, pero siempre destacan en algo en específico, y cuando el entro era el más débil, no tenía nada especial, sin inteligencia, sin fuerza, y siempre fue torpe en lo que hacía… pero parece que quería realmente llegar a ser fuerte, se esforzaba como ningún otro, y nunca se rendía, había demostrado muchas cosas, y sorprendido a sus maestros, era un persona con una gran voluntad, y quien era el más débil se convirtió en uno de los más fuertes.

Hubieron tiempos tranquilos, yo seguía volviéndome más fuerte cada vez, y aunque no cambie mi puesto de maestro, ya no me involucraba con mis estudiantes emocionalmente y actuaba lo más frío posible con ellos, por lo que dejaron de mandarme estudiantes durante un largo tiempo y solo me dedicaba a ser guardaespaldas, hasta que algo que no me esperaba paso…

Trabajaba como guardaespaldas para un hombre que era amigo de Ryouta, estaba muy asociado con él y se encargaba de traer nuevos estudiantes a la organización. Ese día se trataba de una chica, había escuchado rumores acerca de ella, y parece que tenía algo que la organización quería, algo poderoso… y mejor prefería no involucrarme, después de lo que paso con aquella roca…

La misión que me habían dado era la de atrapar a aquella chica, mientras ella intentaba huir de mi para llegar hasta donde se encontraba el hombre para el que trabajaba. Ejecutaría mi misión haciendo lo que se me había encargado, mientras ella recorría con unas personas que la acompañaban el lugar en el que se encontraban, en total eran cuatro, dos de ellas se adelantaron mientras mi objetivo quedaba con una, estando ambas más atrasadas que las otras dos. Sabía perfectamente que solo tenía un objetivo y aunque se le había hablado a ella acerca de entrar a la organización, no estaba enterada de la misión que prácticamente era una prueba, por lo que encontramos una oportunidad en la que ella saliera, y así poder cumplir con nuestra parte para Ryouta.

En el momento en el que las otras chicas se adelantaron, ella me vio, claramente sospechoso y su acompañante junto con ella trataron de escapar, pasaron por donde me encontraba muchas veces, el lugar parecía laberinto, por lo que no fueron tontas al tratar de confundirme, pero aún así no sirvió, corrieron y corrieron, mientras más se acercaban a nuestro verdadero objetivo, todas llegaron hasta él, y ella se había quedado al último prefiriendo que las otras tres huyeran primero, hasta que llego, el lugar era una habitación, muy fina comparado a todo lo demás recorrido, ahí se encontraba mi jefe quien le hablo felicitándola por llegar hasta el final, y una sirvienta, su hija, le servía amablemente una taza de té, ella estaba totalmente confundida hasta que se le explico completamente el por qué de estar allí, mientras yo observaba todo el proceso, aunque a pesar de haber entendido, tenía una expresión de gran confusión, volteo a verme apuntando con su dedo índice diciendo…

-       Él va a matar a tu hija.

Todo esto me sorprendió grandemente, ¿Cómo lo sabía? Y mi jefe también había quedado igual que yo al escucharla, esa chica me había delatado, pero lo peor, ¿Cómo haría para explicar todo esto?, quienes trabajaban en la organización sabían perfectamente que no se puede confiar en mí, y ese hombre también lo sabía, todos tenían razones hacerlo, y esta persona se había convertido en mi condena, ciertamente yo había cambiado totalmente a como era antes, este hombre nadaba en oro, no por nada era yo su guardaespaldas, quien se había convertido en el más fuerte de la NFD, y mis planes eran secuestrar a su hija para conseguir una gran cantidad de dinero por parte de él, y luego matarla. Aunque tal vez no todo estaba perdido, ¿Cómo podría el creer en esa chica que ni siquiera conoce?, eso fue lo que pensé, pero no creyeron en mí, parece que Ryouta le había contado de ella, y él había visto que este mismo confiaba totalmente en esa desconocida.

Creí que habría un duro precio por pagar después de lo que paso, después de todo siendo nosotros los guardaespaldas de aquellas personas tenemos totalmente prohibido hacer algo como lo que yo hice, y cuando eso pasaba… era hora del juicio. Y así fue, pero… Ryouta tenía tantas esperanzas en mí, no como podía hacer eso después de haberle fallado, entonces fui perdonado, solo tenía puesta una condición y esa era convertirme en el maestro de Minami, la chica que me había delatado y quien se había convertido en mi objeto de odio.

Y así fue, me convertí en su maestro, pero yo prefería decir que me convertí en su destrucción, primero que nada lo que hice fue sacarle la información de cómo supo que mataría a la hija del hombre para el que trabajaba, quien por cierto ahora quería matarme con sus propias manos, esa chica me dijo que había tenido una visión y que sentía que así sería, claro que no podía evitar el sentimiento enorme de desprecio por haberme delatado, pero no me quedaba opción más que soportarlo.

Al principio era totalmente frío, cruel y despiadado con mi nueva alumna, parecía que iba a morir a mis manos y ya verla de esa forma causaba demasiada lastima, aunque aun así, yo no tenía piedad. Llego un día en el que me entere de que había alguien más fuerte que yo, y cuando lo vi creí que era Minami, ¡¿cómo esa chica podía ser más fuerte que yo?! Pensaba, hasta que lo vi bien y… era un hombre, un hombre… Todo esto me inquieto mucho, y me entenderé que había muchas cosas que no sabía de mi estudiante, era un total misterio, y yo no estaba enterado por mi profundo odio hacia ella, y al final… detesto admitirlo pero, las cosas cambiaron, no sé cómo pero aquella persona había causado un efecto totalmente contrario al que sentía al principio, ahora me sentía distinto. Después de enterarme del chico que era más fuerte que yo, no me quedaba opción más que averiguar de él, conoce a tu enemigo, y fue como comencé a acercarme a Minami para saber acerca de aquél chico, pero termine adentrándome a un todo mundo, a un mundo del cual… ahora no quiero salir, y ese mundo era Minami. Me hacía feliz saber acerca de esa persona, quería saber todo acerca de ella, todos los momentos dolorosos y todo el rencor se desvanecían cuando podía disfrutar de las tonterías que ella hacía, era divertido y reconfortante, aunque a veces venían las sombras del pasado atormentando con acabar con todo a su paso… era difícil soportar sentimientos como esos, recuerdo tristes de momentos dolorosos, sé que deseaba poder, y acabar con todo quien se metiera en mi camino, pero más que nada, siempre había dentro de mi algo que deseaba mucho más que todo eso…


Solo quería ser feliz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario