miércoles, 22 de mayo de 2013

the Beloved Gun - Capítulo 3: Bajo la resplandeciente Luna

Sentir la brisa del viento acariciar suavemente tu rostro

Escuchar el bello sonido de la naturaleza que te rodea

Y ver con tanta claridad el hermoso cielo estrellado…

Definitivamente no hay nada mejor para mí que poder disfrutar un momento como este, y luego… estando al lado de esta persona…

- Dime Yuuta, ¿estás seguro de esto? – escuche hablar a mi acompañante a través de la inmensa oscuridad que había.
- Ya tome una decisión, y no pienso cambiarla, por favor ya no me menciones nada sobre ello, sino definitivamente terminaré huyendo, prefiero no pensarlo y solo dejarme llevar por lo que suceda. Ya cuando el momento me lo exija, veré que hacer.
- Mmm… bueno, a veces pensar que hacer con respecto a una decisión difícil es un caos, qué harás en el momento, y todas esas palabras interrogantes, por lo que parece ser mejor seguir sin preocuparte por ello, y enfrentarlo ya cuando sea el momento – tal vez a veces pensamos de una forma muy similar pero siento que somos totalmente diferentes, hay algo que nos separa demasiado y tal vez no se que sea pero…me inquieta. Quiero saber que es esta persona, quien es esta persona.
- Kuromu… ¿alguna vez te había visto antes?, ¿ya nos habíamos conocido? – No sé él porqué de esas preguntas, pregunté por inercia. Tenía tantas preguntas por hacer y a la vez ninguna.
- Imposible – dijo sin ni siquiera pensarlo, como si se lo tomara como algo sin importancia y totalmente a la ligera, sus palabras y expresiones tienen tanta simplicidad.
- ¡¿Por qué?!, Eres tan extraño, comienza a molestarme eso – tenía que decírselo, no soy de los que se guardan mucho las cosas que piensan, y sé que hay personas a las que no les agrada mucho eso, pero pienso que es mejor de esa manera. Creo que estaba comenzando a tomarle demasiada confianza a Kuromu como para hablarle así a pesar de no saber nada de él, y de la forma en la que se ha comportado conmigo.
- Haha, ¿tú crees?, Claro que lo soy, y que bueno que te das cuenta de eso, porque soy y a la vez no, ¡como mi hermana!, o algo así… bueno, ni yo mismo comprendo mucho de eso.
- ¿Hermana?, todo lo que dijo no tuvo sentido alguno para mí… ¿De qué estaba hablando?
- ¿Tienes una hermana? – dicho esto volteo a verme con una expresión en su rostro de no haber dicho nada, y no obtuve respuesta alguna.

Se abrió un gran silencio entre los dos, era algo tan incomodo para mí, no sabía de qué hablar con él, ya que si le preguntaba de algo que tuviera que ver con su vida, me ignoraba y no contestaba ninguna e mis preguntas, eso me molestaba, aunque parecía más bien como si yo lo estuviera molestando a él, y no quería eso.

- Perdóname. No es que sean molestas tus preguntas, solo que no me gustaría hablar de eso en este momento, no quiero pensar en ello debido a que… antes de venir pasó algo, hice algo que realmente no debí de hacer… de lo que me arrepiento totalmente… - Pude advertir una profunda tristeza en sus palabras, creí que era alguien que todo lo veía como un juego, ya que no le tomaba seriedad a las cosas, pero, parece que me equivoque – pero si de verdad quieres saber tendrás que ganarte esa información, ¿vale? – no sé porque me sentí un tanto feliz al escuchar esas palabras, realmente quiero saber más sobre él, quiero saberlo todo…
- Vale… - mi pronunciación mostraba grandemente un tono de nerviosismo, no quería hacer notar él como me sentía y lo peor de todo es que no sé porque siento que estoy todo sonrojado… que vergüenza, pero no lo puedo evitar, así es como soy.
- No te muevas – en el momento en el que dijo eso, se poso sobre mí como cubriéndome de algo.
- Con que aquí estabas, Kuromu – esa voz… parecía ser la misma que escuche cuando sentí aquél golpe y todo se volvió oscuro …
- Nozomu… ¿Qué haces aquí? – Kuromu le contesto de una manera indiferente, después de eso se levantó y pude ver a la persona de aquella voz… era un chico que aparentaba la misma edad de Kuromu, aproximadamente unos 17 años, tenía un negro y revoltoso cabello, y unos ojos color café miel tan intensos y brillantes que llamaban en gran manera la atención.
- Sabes porque estoy aquí – volteo a verme y me sonrío amablemente, Kuromu simplemente dio un largo suspiro.
- Que molestos son, si saben que yo vendría no tenía por qué haberse tomado la molestia –Parecía que Kuromu lo conocía muy bien, a veces me pregunto si es que todos saben lo que está pasando menos yo.
- Lo sé, pero fueron ordenes de Ryouta, que triste por ti, parece que te perdió confianza después de lo que paso con Mamoru – parecía que se estuviese burlando de él… no me gusto como lo trato y aparte, otra vez ese Mamoru… Kuromu no respondió ante sus palabras y el otro no dejaba de mirarlo como si disfrutara de su situación.
- ¿Dónde está? – pregunto Kuromu, creo que no hay lugar para mí en esta conversación pero… ¿esta persona también vino para tratar de convencerme a ir con mi padre?
- Se quedo en casa de Chiai, saldremos al tren de primera hora, nosotros también nos atrasamos demasiado, ¡Ryouta estallara de enojo!, ¡Que divertido!, No está aquí conmigo porque cierta persona no tiene agallas para verla a la cara, no entiendo porque, ¿sabes?, son iguales después de todo, deberías de poder superar esto Kuromu, al menos tomarle confianza, sabes que no te dejaría por algo así, a parte no es posible que siendo de los mejores de Ryouta no puedas con algo tan trivial – empiezo a perder todo el sentido de la conversación, todas las cosas que decía era algo que no podía comprender, pero no quiero olvidarlo, tal vez con esto, podría conocer más acerca de Kuromu. -¡Pero no puedo creerlo!, ¿este es el hijo de Ryouta?, parece alguien tan simple, débil e ingenuo – estaba humillándome…
- Lo sé – fueron las únicas palabras de Kuromu, ¡¿entonces también era así para él?!, Quería salir corriendo y refugiarme en el lugar más cercano que pudiese encontrar, pero… Mi orgullo no me permitió hacerlo, y desgraciadamente tampoco pude mantenerme callado.
- ¿Y tu quién eres?, no creo que tengas el derecho de hablarme de esa manera – ante mis palabras  comenzó a reírse, ¿quién se cree que es este tipo?, pensé.
- ¿Yo?, no voy a perder el tiempo con alguien como tú, aunque seas el hijo de Ryouta. Parece que tienes muchas agallas como para hablarme de esa manera – esta persona es tan molesta, si tuviera más fuerza lo golpearía, pero… no sé ni quien es, y si trabaja para mi padre definitivamente no me daría mucha confianza hacer eso. - ¡En fin!, tengo que  irme.
- ¡Espera! – lo detuvo Kuromu - ¿Por qué viniste?, no creo que haya sido solo para esto, sabes que me odias y no soportas verme como para solo venir a alardear,  aunque… ella y yo somos iguales, ¿no es así? – A pesar de lo dicho por Kuromu, con el actúa más tranquilo, ¿será que no quiere meterse en problemas?
- Vine porque me mandaron, un favor, aunque tienes gran razón al decir que te odio, pero ella no. Dice que siente mucho lo que paso con Mamoru, que fue culpa de ella no haberse percatado de tus sentimientos hacia él y por eso todo se desfiguró, espera que pronto puedan volver a hablar como antes, y que puedas estar mejor después de ello, eso es todo, y ahora si me voy, seguramente ya está dormida, con el sueño tan pesado que tiene, no estaría mal aprovecharse de la situación… ¿o sí? – no sé porque siento un enorme tensión aquí.
- ¡¡Nozomu!!, deje que estuviera contigo porque confíe en que la cuidarías, si e pones un solo dedo encima te aseguro que serás la nueva víctima de Yumu.
- Te equivocas. Eso fue lo que habías encargado a Mamoru. Yo puedo hacer lo que se me dé la gana con quien se me dé la gana, ¿entendiste? – quede inmovilizado, tenía una pistola con la cual estaba apuntando hacia la cabeza de Kuromu, sentí un miedo inmenso invadir mi ser, ¿en qué consiste el trabajo de estas personas?, mi padre… ¡¿quiere que yo sea así?!
- Vamos, inténtalo Nozomu, pero… ¡ah!, si lo haces te aseguro que no te servirá de nada, ¡¿por qué no la dejas en paz?!, ¡Puedes a cualquier otra persona! – Cuando Kuromu dijo esto, el otro chico bajo su pistola. – Después de todo, ¿nada más la quieres para hacer tus perversiones no? - no se escucho alguna otra palabra del chico, y Kuromu volvió a romper el silencio – Cuando regresé me aseguraré de que se aleje de ti.
- Eso es algo que tu no decides Kuro, no te creas mucho solo porque Ryouta te da todo lo que quieres
- ¿Quieres apostar? – Kuromu parecía muy confiado, no le tenía miedo a aquél chico a pesar de cómo era, este mismo lo miro indiferentemente, dio la vuelta y comenzó a dar paso a su regreso a mi casa, Kuromu ya no mencionó nada más y pudimos ver como Nozomu desaparecía conforme avanzaba hasta desaparecer en la oscuridad del lugar.
- ¡Como me estresa!, ¡cuando lo vuelva a ver…! – quejaba y quejaba como un niño pequeño al que no le cumplen sus caprichos, y después de un rato de seguir con ello comenzaba incluso a perder la coherencia de sus palabras. – Yuuta, debes de tener cuidado con esa clase de personas, trata de no volver a hablarle de esa manera a Nozomu.
- ¿Qué? – dije de forma distraída - ¿Quién es él?, y la persona de la que estaba hablando, ¿es tu hermana? – no pude evitar volver a abrir el interrogatorio, tenía tantas preguntas por hacerle, tantas dudas acerca de todo.
- Sí. El es su maestro, en el lugar que trabajamos hay varios grupos en los que estamos divididos, según maestros, habilidades y otras cosas más, pero es algo de lo que te hablare cuando estemos allá, aún así será mejor que por el momento trates de mantener tranquilo ese carácter que tienes, sé que es pesado soportar que te traten de esa manera pero podrían matarte en cuestión de segundos si así lo quisieran, sin importar que seas el hijo de Ryouta –Preferí guardar silencio escuchando lo que él me decía, era información que me daba Kuromu con respecto a lo que me estaba esperando cuando llegáramos a nuestro destino.
- Entonces… ¿el es muy fuerte?, ¿pero no es muy joven como para ser maestro?
- ¿Joven?, hay cosas que no te puedo contar, recuerda que tienes que ganártelas enano, pero lo que si te puedo decir es que, el es muy fuerte físicamente, y es un maestro del engaño, es muy peligroso y no se puede ni debe confiar en él, aunque siento que por el momento no hay que preocuparse por él, tal vez… no es tan malo…. ¡Olvídalo!, ¡¿en qué estoy pensando?!, Nozomu siempre será Nozomu, ¡rayos!, es todo por su culpa. – Aquí viene otra vez con sus quejas, suspire, aunque… es divertido ver como se contradice a sí mismo.

Recostado junto a él podía observar la resplandeciente noche, parecía como si estuviésemos siendo envueltos por su inmensidad, atrapados en ella reconfortablemente. Ya era muy tarde, espero que no vayamos a perder el tren, hoy fue un día bastante largo. Mis pesados parpados comenzaron a cerrarse lentamente como si estuvieran reclamando no ser cerradas a la hora en que todas las noches se cierran.


Desperté. No sabía qué hora era, no había medido eso y no quería perder el tren, no lo creía, pero realmente tenía ganas de ir a ese lugar. Revisé la hora y parece que todavía tenía tiempo, pero no me había percatado de que mi compañero ya no estaba conmigo, ¿se había ido sin mi?, bueno, en primer lugar, la razón por la que vino era para llevarme con él, pensé. Apresuradamente me levanté me levante y me eche a correr hacia la estación, no tenía energías, incluso pensar era una molestia, pero tampoco disponía del tiempo como para ponerme a andar a paso de tortuga.

Llegué la estación y parecía que se encontraba escaso de gente, bueno es normal ya que es un pueblo pequeño, por lo que no siempre está muy lleno, a muchas personas no les gusta salir de aquí, todo es pacífico y bello en este lugar.

Pude divisar entre las pocas personas que se encontraban a Kuromu, tengo que reclamar el hecho de que me haya dejado solo. Me acerqué rápidamente a su encuentro.

- ¡Kuromu!, ¿qué te crees que eres?, ¿por qué me dejaste solo? – Como siempre mi forma exaltada de hablar cuando algo no me agrada.
- ¿Kuromu? – Dijo esto al momento en que se giro como reacción de mi llamado, pero… ¡esta persona no era Kuromu!, parecían iguales… su cabello, su rostro, solo que esta persona era una chica… su voz y la complexión de su cuerpo eran obviamente distintos a los de Kuromu, y era lo que denotaba la distinción de su sexo.
- Ah, yo… disculpa te confundí con alguien más – Me pregunto si es normal que siempre termine haciendo el ridículo, pensé.
- No te preocupes… ¿hijo de Ryouta…?, ¿verdad? – Esto no fue algo que me causara sorpresa, ya que era demasiado obvio de suponer que esta chica era la hermana de Kuromu, pero no creí que llegaría a conocerla.
- Si… ¿hermana de… Kuromu? – No sé por qué razón sentí un leve calor en mis mejillas, ella también pareció notarlo.
- Ohh, ¿Kuromu te contó de mi? – Pareciera como si esto le hubiera causado una gran impresión.
- Ah, solo algunas cosas… - No quiero hablarle sobre lo que me dijo Kuromu, ya que tal vez es algo en lo que no debería entrometerme…
- Entiendo… - Definitivamente esta persona parecía ser totalmente distinta a él en cuanto a personalidad, a menos que también sea múltiple cara, pensé. No podía evitar moverme tanto y voltear hacia todos lados, me sentía nervioso sin razón alguna, en un momento en el que voltee a ver el reloj para saber en cuanto tiempo más tendríamos ya no estaba, se fue sin darme cuenta en qué momento lo hizo, simplemente desapareció, ahora que lo pienso, todas las personas que tienen que ver con mi padre son tan extrañas…
- ¡Yuuta! – Esta vez era la voz de Kuromu, como había mencionado antes, ¡me desagrada en totalidad que las personas hagan eso!, siempre me asustan haciéndome quedar en ridículo.
- Kuromu, ¿en dónde estabas?, nada más te fuiste sin decir nada, ¿qué te crees que eres? – ya mi anterior y encendido enojo habían sido apagados por la impresión de ver a su hermana.
- Vamos no te enojes chachorrito de Ryouta, supuse que me alcanzarías, aparte tenía que arreglar unos asuntos con cierta persona. Mira será mejor que nos apuremos, el tren ya vendrá.
- ¡No me cambies el tema! – Aquí viene mi exaltación de siempre.
-  ¿Qué?, disculpa no te escuche – Creo que no pudo haber utilizado un tono más sarcástico.
- Olvídalo – Lo deje por la paz. No me gustaría perder toda mi paciencia en algo sin sentido.
-  ¡Punto para Kuromu! - ¿Qué…?, actúa como un niño consentido de primera…

Ya al momento de entrar al tren pudimos ver que ahí se encontraba Nozomu, y… la hermana de Kuromu. El semblante de él cambio por completo y solo entro, ya sin su emoción y satisfacción de haberme hecho perder la paciencia, la situación cambio por completo en cuestión de segundos. Nozomu parecía disfrutar de ello y, la hermana de Kuromu ignoraba el hecho de que él estuviera, cuando la vi me sonrío y Nozomu… preferí tratar de mirarlo lo menos posible… no quería que pasara algo como lo de ayer, había sido suficiente para mí. Nos sentamos en frente de ellos, no salió palabra de nadie durante mucho tiempo hasta que Kuromu rompió el silencio.


- Te extrañé. 

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